El primer asalto en San Paolo termina con tablas

Prometía ser un partidazo entre los dos equipos más grandes en la actualidad de Italia, y no defraudó. Salió frío el Nápoles y se encontró con un golazo tempranero de la Juventus gracias a una gran jugada de Khedira; a partir de ahí la Becchia Signora se dedicó a hacer lo que mejor sabe, defender el resultado. Fue entonces cuando el Nápoles entró de verdad en el partido que estaba viendo como el marcaje individual a Hamsik impedía que los de arriba tuviesen alguna ocasión clara de gol; el juego del escondite, como Allegri había denominado el típico juego del Nápoles, empezaba a verse reflejado con ocasiones que se iban al limbo.

Y así se llegó al descanso, con una ciudad entera en busca de un empate que veían muy cerca. El inicio de la segunda mitad fue un prólogo de la primera. Hamsik adquirió protagonismo y las ocasiones se sucedieron para los azzurri, especial mención para Insigne que elaboró él solito las más claras del partido. Pero Nápoles necesitaba un héroe y fue ‘ Il Capitano’, Marek Hamsik, quién, tras una estupenda combinación con Mertens logró introducir el balón en las redes. Todavía había tiempo para buscar la victoria y tanto Sarri como Allegri intentaron dar un cambio al partido introduciendo jugadores más ofensivos, pero la Juve se sentía demasiado cómoda esperando atrás y dejando pasar los minutos y, a pesar de que el Nápoles lo intentó, el marcador no se movió. El primer asalto del San Paolo quedó en empate, el miércoles, más.

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