¡Ay mi madre Asensio!
- Enrique Muñoz
- 6 abr 2017
- 3 Min. de lectura
Los originales carteles publicitarios del Leganés anunciaban la llegada de Cristiano Ronaldo al estadio pepinero pero, finalmente, quién apareció por allí fue Marco Asensio. Ni E.T, ni Spark, ni Picolo, el mallorquín estaba en Butarque.
La prensa española anuncia otro fichaje galáctico en la era Florentino para la próxima temporada pero... ¿Es necesario? El de Mallorca es un pedazo de futbolista, con la calidad suficiente para hacerse con un hueco en el once titular de Zizou. Solo necesita continuidad. Marco Asensio es una mina de oro por explotar.
El partido tuvo un comienzo intenso. El Leganés salió sin miedo y quería disputar el balón al conjunto blanco, sin embargo, ninguno de los dos pudo ejercer un dominio sobre el otro. Así transcurrió el primer cuarto de hora, hasta que Asensio se hecho al Madrid a los hombros, robó un balón en la medular y no lo soltó hasta llegar a línea de fondo y regalárselo a James, que solo tuvo que empujarla al fondo de las mallas. El Real Madrid se sacudió los nervios iniciales y arrolló a su vecino. El segundo de la noche llegó dos minutos más tarde, cuando James botó un corner desde la esquina derecha. El balón fue repelido por un defensa blanquiazul y le cayó a Morata, que colocado en el segundo palo remató con la cabeza de forma sutil, superando a Iago Herrerín. Los de Zidane buscaron el tercero y lo encontraron cinco minutos después. Danilo robó la pelota en campo propio, entregó para Kovacic que, con una velocidad explosiva, se plantó en la frontal del área rival y con un delicado giro de tobillo asistió a Morata, que la puso en la escuadra derecha. Definición de killer.
El Madrid dio por finiquitada la noche y se fue a la cama. Los blancos olvidaron bajar las persianas y por allí se asomó el Leganés, dispuesto a asustar al Madrid mientras dormía. El equipo pepinero inició la pesadilla una vez traspasada la primera media hora. Ante la impasividad de la zaga blanca, Diego Rico recibió completamente sólo un balón en largo y, tras pisar el área defendida por Keylor Navas, sacó un centro raso que pasó por debajo de las piernas de Ramos y que Gabriel Pires finalizó con la portería vacía. Pero ahí no acabó la pesadilla. Szymanowski centró desde la esquina izquierda, Siovas ganó el salto a los defensores blancos y dejó el esférico muerto en los pies de Luciano, que libre de marca batió a Keylor. El Lega se mereció el empate pero, por suerte para el Madrid, llegó el descanso. Butarque era una auténtica fiesta.
La segunda parte duró apenas tres minutos, lo que tardó Asensio en volver a subirse a la moto. Cogió el balón en la banda izquierda y se perfiló hacia la meta local, tiró un espectacular caño a Mantovani y a este no le quedó otra que pararle con una falta al borde del área. James la ejecutó poniéndola al primer palo donde, de forma involuntaria, Mantovani, como si de un partido de voleibol se tratase, palmeó el cuero en propia puerta. Los de Asier Garitano quisieron tirar de casta para volver a remontar, pero el Madrid, a base de posesiones largas, durmió el partido hasta el final, esta vez sin sustos.
El Real Madrid vuelve a ganar pero no convence. Es el líder aunque Zinedine Zidane todavía no haya encontrado la solución para solventar las desconexiones que sufre su equipo en gran parte de partidos. Hasta ahora los blancos han ido sumando de tres en tres con o sin apagones, pero el tramo decisivo de la temporada está en la vuelta de la esquina y pueden arrepentirse de no arreglarlo en su momento, cuando empiecen a costar puntos, partidos y títulos.












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