Isco se disfraza de Ramos para salvar al Madrid
- Endika Fernández
- 17 abr 2017
- 2 Min. de lectura
El Real Madrid, lleno de rotaciones pensando en el Bayern, a punto estuvo de tropezar en Gijón, ante un Sporting que hizo un partido muy digno y no mereció perder
El Real Madrid presento un once repleto de cambios en el que jugó Fabio Coentrao, solo repitiendo Nacho y Ramos respecto al miércoles en Champions. Por otro lado, el Sporting, sabedor de lo que se jugaba, comenzó con mucha intensidad.
En el minuto 6 de partido ya avisó el Sporting con una buena jugada desde la banda izquierda que remató Cop, con Casilla vencido, pero desbaratada por Nacho desde la línea de gol. Fruto de la intensidad con la que salía el Sporting y la "empanada" del Madrid, en el minuto 15 el conjunto rojiblanco robaba un balón en campo contrario y Mikel Vesga, jugador cedido por el Athletic Club, filtraba el balón con una especie de cuchara y servía en bandeja a Duje Cop el 1-0.
Pero tan solo tres minutos después empezó a crecer la figura de Isco en el partido, que entró en el área y, tras zafarse de tres rivales, remató un zurdazo directo a la escuadra que sería imposible de atajar para Cuellar.
El Madrid entonces parecía despertar y empezó a dominar territorialmente el partido, pero le seguía faltando profundidad y con el 1-1 se llegaría al entretiempo.
Arrancaba la segunda parte y a los cinco minutos, Mikel Vesga se erigió como el mayor enemigo de la zaga blanca, y tras un gran centro de Babin desde la izquierda, el navarro remataba de cabeza de una manera sublime para firmar el 2-1.
El Sporting dio un paso atrás y el Madrid a base de centros al área acabó encontrando el premio del empate. Danilo ponía un balón medido a Morata, que de nuevo se reivindicaba con un cabezazo. Con el 2-2, la magia de Isco empezó a embrujar al Molinón. En el minuto 72, Isco arrancó desde el medio haciendo una jugada maradoniana, y tras sentar a tres rivales en el área chica, no fue capaz de materializar lo que hubiese sido uno de los goles de la temporada.
El Sporting no bajaba los brazos y a través de Isma Lopez dispuso de alguna otra ocasión, pero con la fatiga no le quedo más remedio que replegarse para conseguir aguantar el empate. Pero una vez más el Real Madrid demostró que a partir del minuto 90 se mueve como pez en el agua, e Isco, sin ninguna duda el mejor del equipo blanco, ganó el partido para los suyos sacando un disparo seco desde la frontal para darle la victoria a un equipo que parece invencible.
El Real Madrid mantiene la brecha de tres puntos con el Barca antes de llegar al clásico del próximo domingo y el Sporting tendrá un ojo puesto en el Leganes-Espanyol antes de ir a visitar al colista, Osasuna.
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